RÁPIDA OJEADA SOBRE LA FAUNA DE BARADERO
Por
Enrique Lynch Arribálzaga
PREFACIO
Dedicado de pocos años a esta parte al estudio de los que pueblan la Provincia de Buenos Aires, y particularmente a los que constituyen la fauna y la flora del Baradero, he llegado a reunir un modestísimo tesoro de conocimientos de los cuales me propongo presentar ahora una entrar en muchos detalles, sin otro fin que el de servir de base a investigaciones ulteriores mías o , como es, tan vasta la ciencia que de estas cuestiones se ocupa, natural es suponer que un hombre solo es impotente para estudiarlas con profundidad, o sostener mucho tiempo su atención sobre objetos tan diversos y variados.
Ahí han nacido los especialistas , las cuales, en virtud, la ley de división, extensiva a todo trabajo, se multiplica más y más a medida que la ciencia avanza en su carrera, que atesora objetos de estudio, y que con nuevos problemas a resolver.
quiera que, actualmente, mi objeto no es penetrar misterios de la organización y de sus admirables y a pesar de que me propongo formar el catálogo metódico de los seres propios de una región limitada, la suma de trabajo es ya harto considerable, de manera que no es dado sustraerme a la influencia de la indicada ley.
Me he visto pues, en el curso de mis investigaciones, obligado a dedicarme a una especialidad. La Ornitología me sedujo al comenzarlas, más, luego que me halle en posesión de la lista, casi completa, de las aves del país, que conocí medianamente sus interesantes costumbres, que presencié sus tiernos amores de la época perfumada de la primavera y que las dulces notas de sus privilegiadas gargantas hubieron impresionado mi oído, las vivas tintas de las mariposas diurnas, dignas rivales de las corolas sobre que se posan, los metálicos colores de otros mil insectos, y sus hábitos que tanto dicen a quien los observa con paciencia, atrajeron mi atención con poder irresistible.
En cuanto al mundo vegetal, por más interés que su estudio ofrezca, me ha ocupado muy poco.
Es, pues, la Zoología la parte de la Historia Natural a que me dedico por ahora, sin que por esto este lejos de mi intención de observar algún día la flora Baraderense.La Zoología es hoy una ciencia tan vasta, que una vida dedicada exclusivamente a la observación de los organismos animales, a su fisología, aldescubrimiento del verdadero plan de naturaleza, al establecimiento de las homologías y analogías, y a la discusión de su origen misterioso y oculto en la tenebrosa noche de los tiempos, se agotaría sin haber logrado apoderarse más que de una pequeña parte de la verdad.
Su rápido y reciente desarrollo ha originado su división, y, actualmente, los zoólogos se reparten el dominio de la Mamología, de la Herpetología, de la malacología, de la Aracnología y de otras muchas secciones, que a su vez se dividen y se subdividen.
Entre ellas, una de las que mayor número de obreros cuenta es la Entomología, o sea la parte de la Zoología que se ocupa del estudio de los insectos.
En el viejo mundo abundan las sociedades Entomológicas, y hasta en nuestro mismo país, donde hay tan pocos aficionados a las ciencias físicas, se ha fundado una en la ciudad de Córdoba, la cual, aunque ha presentado trabajos relativos a otros grupos de animales, ha publicado también varios, bastante importantes, sobre la clase de los Hexápodos o insectos propiamente dichos.
A la mencionada especialidad he dedicado yo mis desvelos, nutrido de mi espíritu por la esperanza de poder proporcionar al mundo científico el conocimiento de numerosas especies aún no conocidas, y de revelarle el secreto, velado hasta ahora, de las costumbres, de las metamorfosis, y de la reproducción de muchos insectos pertenecientes a grupos que solo son conocidos por su organización exterior.
No obstante en el presente ensayo me propongo hablar de las diferentes clases en que se divide el reino animal.
Su valor es bien mediano, su erudición muy poca, y carece de otro mérito que el poder servir de punto de partida a los nuevos estudios que se emprendan, relativos al mismo tema que yo me he atrevido a tratar.
I
La fauna de Baradero carece de rasgos característicos. Por los elementos que la compone, puede decirse que ella es intermedia entre la sub-tropical y la pampeana, aún cuando, a causa de nuestro [1]temperamento bastante cálido, de las plantas que aquí vegetan, y de otras circunstancias ya climatéricas, ya topográficas, predomine visiblemente el carácter sub-tropical.
Especies hay que, abrazando en su distribución geográfica una extensa región, se encuentran al mismo tiempo aquí en los estados Unidos.[2]
[1] Téngase presente que esto se escribe en Baradero.
[2] Ej: Leopardos onga; Dysopes nagutus; Danais plexippus।
Si se compara nuestra fauna con la de otros muchos países, y particularmente con la de las más variadas comarcas europeas, no sé tardará en advertir que ella es relativamente pobre bajo el punto de vista específico; pero si se la considera bajo el genérico, nótese muy luego que la ausencia de variación antes observada se transforma en superabundancia.
Con efecto, muy pocos son los genéricos naturales que cuentan con un considerable número de especies, de tal manera que el de estas últimas no excede en mucho al de los primeros.
Hay bastantes géneros que no cuentan sino con una especie.
En cuanto a los que a los órdenes, a las familias, etc, se refiere, trataré más delante de la manera como están representados y de su importancia relativa, considerada bajo el punto de vista de la cantidad de especies que en esta comarca se encuentran.
Respecto a las clases, tengo que decir, con la mayor parte de los que se ocupan de la observación de las faunas locales, que la de los insectos se distingue entre todas por el número de sus especies y de sus individuos.
Como no se posee aún un catálogo completo de las especies que pueblan la región zoológica argentina, los datos que voy a dar sobre proporción entre los diversos grupos naturales no podrán ser muy numerosos y serán susceptibles de sufrir modificaciones.
Más tarde, quizá me halle en estado de presentar un catálogo sistemáticamente ordenando de los animales propios de este partido.
3-Antes de comenzar a estudiar una por una las diferentes clases en que el reino de divide, comunicaré la, observación de un hecho que, de sencilla explicación, no deja de tener cierta importancia bajo el punto de vista de la geografía zoológica local.
La parte próxima al gran Delta del Paraná, así como este mismo, tienen una fauna más rica que el interior del Partido, poseyendo muchas especies que o no existen, o son escasas en el centro, especies que, en su mayor parte, son propias de la vecina región Entrerriana.
Las circunstancias que se refieren a la estación de los animales, y que determinan su hábitat, tales como la presencia o ausencia de los ríos, de los estanques, de los terrenos desnudos de vegetación, y de los bosques, el abrigo contra las corrientes aéreas, el estado higrométrico de la atmósfera, etc., fácilmente nos dan cuenta de esta diferencia en la composición de la fauna central del litoral.En el estado actual de mis conocimientos no me es lícito dividir el partido en dos regiones, por lo cual me concentraré, al hablar de los diversos grupos o especies, a señalar los sitios en que exclusivamente se encuentren o donde más abunden.
Nada más tengo que decir en general. Pasaré, pues, a analizar las agrupaciones que están representantes en la región zoológica que voy a estudiar, la cual, artificialmente, limitaré, al N. E. por el Paraná; al S.O. por una línea paralela a él, distantes diez leguas de sus costas; al S.E. por el río Areco: y al N.O. por el Arrecifes.
II
1-La clase de los mamíferos, la cual aparece bien poco numerosa si se la compara con las de organización inferior, está representada por muy pocas especies, cuyos individuos van paulatinamente desapareciendo a causa de la activa persecución que se les hace, de tal manera que el día no está lejano en que no reste sino el recuerdo de su existencia.
La falta de disposiciones legales tendentes a proteger los animales directa o indirectamente útiles, basadas en el exacto conocimiento de sus hábitos, es la causa en virtud de la cual se les destruye sin consideración de ningún género y sin reflexionar que los que hoy nos ocasionan algunos perjuicios de poca monta pueden llegar a constituir una fuente de riqueza en el porvenir.
2-Cónstame que los mamíferos que actualmente habitan esta comarca, ascienden, por lo menos, a diecisiete. Creo que su número es mayor, pero no tengo verdadera certeza de que ello sea así; y no me parece lícito incluir en la lista de los animales de una región dada, aquellos que solo se presentan por accidente, o de cuya existencia se tiene una simple noticia. Con todo, las indicaciones de este género no carecen de importancia, en mi opinión, y por consiguiente no dejaré de hacerlas.
3-Como en toda la región del Plata, los órdenes predominantes en la fauna mamalógica del Baradero son el de los roedores y el de los carnívoros.
Los primeros están representados por dos Cávides, un Eriómite, un Tenómide y dos o más Músides o Ratas; y los segundos por dos Félides o gatos, un Vulpite o zorro y tres Mustélides.
Las especies restantes pertenecen al orden de los Queirópteros o murciélagos al de los marsupiales o mamíferos de bolsa, y al de los desdentados.
Menester es no olvidar que hablo solo de aquellas, cuya presencia en el partido del Baradero no admite ninguna duda.A estas tendría que agregar, si tomase en cuenta las de existencia dudosa en esta parte de la provincia de Bs. As., un Cánide entre los carnívoros, y algunos Músides más entre los roedores.
4-El área de dispersión de la mayoría es bastante considerable, y abraza gran parte de la América del Sud, habiendo dos especies que se encuentran también en la del Norte.
De quince especies, que son las que conozco mejor, dos se extienden desde los Estados Unidos hasta Buenos Aires, (Dysopes nasutus y Leopardos Onca) dos se encuentran en casi toda la América del Sud, de este lado de los Andes, (Grisonia vittata y Hydrocharus capybara); cinco abarcan una gran parte de la república (Atalpha bonaerenses, Leopardus Geoffroyi, Conepatus Humboldtti; Myopotanus coypus y Lagostomus trichodactylus); cinco habitan la parte oriental de la República Argentina, y en su mayor parte llegan hasta el Paraguay (Nutria paranensis, Didelphys Azarae, Micoureus crassi caudatus, Cavia Azara y Eupliractus villosus); y finalmente solo una (Pseudalopx Azara) pertenece, exclusivamente al parecer, a la fauna bonaerense y uruguaya.
El Atalapha bonaerensis y el Myopotanus coypus son los únicos de nuestros mamíferos que traspasan, en la región austral de Sud-América, la inmensa barrera que nos separa de Chile.
Aunque el “Zorrino” (Conepatus Humboldtii) se halle difundido por casi todo el país, parece que su centro de creación está situado en Patagonia.
5-Considerados nuestros mamíferos bajo el punto de vista de su régimen, se observará que predominan los carnívoros, como es consiguiente, y que su número alcanza a ocho; que son cuatro los que se alimentan de vegetales (litófagos); que dos son insectívoros y dos o más omnívoros; y que uno se nutre de carne en putrefacción (creo-saprófago).
6- He aquí la lista[1] de los mamíferos del Baradero, los cuales pertenecen, en su totalidad, a la sub-clase
Unguleulata
I. CHEIROPTERA.
Sp. 1 Dysopes nasutus Spix.
Sp. 2 Atalapha bonaerensis Nob.-Less
II. RAPACIA.
A Felida:
Sp. 3 leopardus onca Gray-Linn.
Sp. 4 L. Geoffroyi Nob-Gerv.
[1] He omitido la sinonimia, reservándome presentarla más adelante en una lista de todos los mamíferos argentinos. Sin embargo, el lector podrá hallar la principal en el trabajo de mi colega el Sr. Holmberg sobre ka fauna Salteña.
B Canidae
Sp. 5 Pseudalopex. Azarae Gray-Pr.N. W.
C Mustelidae.
a. Melitae
Sp. 6 Conepatus Humboldtii Gray.
b. Gulitae
Sp.7 Grisonia vittata Gray-Schreb.
c. Lutritae.
Sp. 8 Nutria paranensis Nob.-Rengg.
I. MARSUPIALIA.
Sp. 9 Didelphys Azarae Rengg.
Sp. 10 Micoureus crassicaudatus I. Geoffr.-Desm.
II. RODENTIA
a. Musitae
Sp. 11 Hesperomys ¿squamipes Brants? [1]
Sp. 12 ¿ Oxymycterus nasutus Waterh?
III
RÁPIDA OJEADA SOBRE LA FAUNA DEL BARADERO
Dotada la mayoría de las aves del admirable aparato locomotiva, mediante la cual algunas pueden cernerse más arriba de las nubes, y gozar así de un suelo sereno en el instante mismo en que la tempestad tiene amedrentados a los otros seres que pueblan la tierra, otras trazar suaves y elegantes curvas en el aire, algunas detenerse en un punto como suspendidas por un hilo invisible y misterioso, y muchas finalmente , hender rápidas la atmósfera, rozando con su plumaje la superficie de las aguas o penetrando en lo más empezó del follaje, sus especies han podido hacer extensivo su dominio a regiones más vastas que los mamíferos, menos favorecidos, bajo este punto de vista, por la naturaleza. Por esto es que la clase de las aves nos ofrece especies lentamente esparcidas, al paso que en la de los mamíferos solo las hallamos en aquellos grupos que viven en un medio favorable para su difusión, en los marinos. Más no sé sigue de aquí que casa ave voladora, tomada
[1] Véase párrafo F2asiladamente, tenga una distribución geográfica más considerable que la de cualquier mamífero; no, la ley no es absoluta, y concurren muchas otras circunstancias, que modifican su influjo. Como cada especie ama un terreno dado, y como necesita cierto alimento y cierta temperatura, se presenta allí donde se le ofrecen las condiciones requeridas por su modo de vivir. Por está razón, hay aves ágiles y voladoras que se hallan acantonadas en un país relativamente pequeño, mientras que existen mamíferos, y no de los más andariego, que, por el contrario, habitan zonas inmensas. Empero, en prueba de que la influencia de la locomoción es mucha sobre la difusión de los seres en el espacio, hallaremos, en el curso de este ensayo, bastantes especies que han transpuesto las nevadas cimas, salvado los mayores ríos, ó atravesado las selvas.
El Baradero, como toda la parte septentrional de Buenos Aires, se comparte con las otras provincias del litoral la posesión de muchas aves, cuyo plumaje, teñido de vivísimos colores, recuerda las espléndidas riquezas zoológicas de los trópicos, por lo común marcadas con el sello que en los seres imprime la luz radiante de su sol de fuego. El azul de cielo que ostenta la cabeza y cuello del macho de la Tanagra Striata (siete colores), el bello anaranjado que cubre su obispillo y su pecho, el rojo fuego del “Churrinche” (Pyrocephatus parvirostris), el verde dorado, el cobre y el turquí brillantísimos con que uno de los más hermosos “Pica Flores” (Heliomaster Angelae) se engalana en el invierno, y tantas otras tintas que es menester ver para formarse una idea de su belleza incomparable, son propias de los hijos de la luz, no de los animales que se desarrollan bajo un constante manto de vapores o en medio de la niebla, o escuchando el rugir del huracán.
Pero, como ya he dicho, la fauna de este partido es mixta; se encuentran, pues, en el, algunas aves que pertenecen a la pampeana, más faltan dos muy características de Sud, por ejemplo, la gaviota cocinera (Larus vociferus), de la cual suelen presentarse sin embargo algunos años, escasos individuos, y el Flamenco (Phoenicopterus ignipalliatus), [1] tan común en las grandes lagunas del Sud, cuyas márgenes tiñe del rosa más hermoso.Las aguas de los ríos Areco y Arrecifes, los arroyos que en ellos desembocan, tales como la “Cañada Honda” y la “Cañada Bellaca”, las charcas que forman las lluvias en los sitios bajos, y particularmente los grandes estanques de las islas, brindan a las Palmípedas y a la mayor parte de las Zancudas todas las condiciones por ellas
[1] No se debe confundir el verdadero flamenco con la espátula (platalea aiaia) que lleva el mismo nombre en el norte.
apetecidas; los campos elevados se prestan a las correrías de muchas aves de este último orden, y a las de los Ñandúes (Rhea americana); las cavidades naturales de las Barrancas, los grandes edificios y las cuervas de las “vizcachas” (lagostomus trichodacylus)ofrecen seguro asilo a los rapaces nocturnos; tanto los campos como los terrenos de cultivo, y los bosques naturales artificiales abundante alimento a los pájaros, trepadoras y palomas; y los rapaces diurnos lo encuentran, sea en los restos que quedan después de la “carneada” [1] o en los cadáveres de los mamíferos que mueren naturalmente, sea en las bandadas de aves sociables.
Así, pues, tenemos cuatro rapaces diurnos creo-saprofagos, cuatro, cinco, o más tal vez, que se alimentan con presa viva, cinco nocturnos, más de cuarenta pájaros, dos loros, dos o tres “carpinteros” (picidae), en cucúlide, cuatro palomas, una corredora, más de veinte zancudas, y como diecisiete palmípedas, es decir, poco más de cien especies en todo, predominando los pájaros y las zancudas.
2-En la siguiente lista de las aves del Baradero no escribo sino aquellas de cuya existencia en el partido el abrigo certeza plena.
Al nombre que adopto, agrego la sinonimia principal de cada especie, con lo cual espero salvar toda dificultad que se pudiese encontrar para el reconocimiento de las que cito, pues si el lector es aficionado a la Historia Natural, y conoce un ave de las que se incluyen en la siguiente lista sistemática, será ciertamente por el nombre específico que empleo, que es el más usado, y, en general, el que le corresponde por tener derecho de prioridad.
Publicar la sinonimia completa sería poco compatible con la índole de este ensayo, y creo más prudente no llenar con ella un espacio que puede ocuparse con asuntos más interesantes. Si su utilidad es indiscutible, no es menos cierto que su establecimiento reclama, con harta frecuencia, análisis críticos concienzudos, los cuales no estoy por el momento en aptitud de emprender, y que deben constituir una obra separada de un trabajo que, como este, tiene por único objeto dar una idea de la fauna de una pequeña comarca, al tratar de la cual, en realidad, se trata también de la de todo el Norte de la Provincia de Buenos Aires.
En cuanto a los nombres vulgares, el lector hallará más adelante los de aquellas especies que lo tienen.Terminaré advirtiendo que el primer sinónimo pertenece el autor que por vez primera describió la especie, y el segundo, por lo común, el que la aplicó el nombre específico más usado actualmente. Nunca dejo de anotar el nombre que
[1] Operación de matar y descuartizar una red।
le dio D. Félix de Azara en sus Apuntamientos para la Historia Natural del Paraguay y Río de La Plata, hayan sido o no su descubridor el famoso naturalista aragonés, y, en ciertos casos, añado algún otro sinónimo, eligiendo siempre aquellos cuya parte específica es bastante usada todavía, cuando sus antiguos, y la más moderna subdivisión genérica, de cuyo valor no he tenido ocasión de darme cuenta, si son recientes.
1-Accipitres Linn. (jote negro)
G. Coragyps (Bon, Rev.Mag. Zool., 1854, 530).
Sp. 1.C. atratus Bon., l.c.
1770- Le Vautour du Bresil Buff., pl. il, 187.
1791-Vultur atratus Bartr, Trav, 289.
1802-El Iribú, Az., Apunt, 1, 19,2.
2-Falconii. (carancho)
2.G. Polyborus (Vieill, Analyse, 22, 1816, part).
Sp.2. P. vulgaris Spix. Av. Bras. I pi 1, (1824).
1760-Le Busard du Bresil, Briss, Or. I, 405.
1788-Falco planeus, Gral. S. Nat. I, 257.
“___” brasiliensis, “, l.c, 202
1802-El coracorá. Az. Apunt., I. 42, 4
3.G. Milvago (Spix, Ar. Bras., I. 12, 1824) (Chimango)
Sp.3 M. pezoporus, Darw. Voy. Beagle, 13 (1841).
1802-El chimango, Az., Apunt, I, 47, 5.
1816-Polyborus Chimango, V, N, Dict, V, 260.
1834-Aquila pezopora, Mey., Beitr., 62, pl. 6.
Sp.4 M. ochrocephalu. Spix, Ar. Bras., I, 12, pl.5. (1824).
1802- El chimachima, Az, Apunt, I, 50, 6 (Chimachina).
1816-Polyborus chimachima,. V. N. Dict, V., 259.
4.g. Tinnunculus (Vieill, Ois. Am. Sept., 1807)
Sp.5 T. cinnamominus, Gray, Gen. Birds. I, 21 (1844).
1802-El cernicalo, Az., Apunt., I, 182, 41.
1837-Falco cinnamominus, Sw., An. In menag, 281. (halconcito Colorado)
1854-Paecilornis cinnamominus. Bon., Rev. Mag. Zool., 537.
5.G Elanus (Sav. Syst. Ois d’ Egypte, 274, 1809).
Sp. 6. Elanus leucurus , Bp.Comp. List. B. Eur y N. Am.., 4 (1838) (Milano Blanco)
1802-El Blanco (halcones), Az। Apunt. I, 165, 26.
1818-Milvus leucurus, V., N, Dict, XX, 563
3-Strigh.
6.G Bubo (Cuv, Regne an., 331, 1817) (Ñacurutú).
Sp. 7. B. Magellanicus, Gray, Cat. Accip., 46 (1844).
1770-L’ Hibou des Terres Magellanique, Buff.,pl, il, 385.
1788- Strix magellanicus, Gml., Syst. Nat., I, 286.
1802-El Ñacuruti, Az, Apunt., I, 192, 42.
7.G. Strix (Linn., Syst. Nat., 1735)
Sp. 8. St. Perlata, Linch., Verz Doubl., 59 (1823). (Lechurida Vizcachera)
1802-La Lechuza. Az, Apunt, I, 210, 46.
8.G. Speotyto (Glob., Handb. Natura., 226, 1842).
Sp. 9. Sp. Cunicularia, Gl., l.c.
1760-La Chouette de Coquimbo, Briss., Orn, I, 525.
1789- Strix cuniculari, Mol., Sto. Chil., 343.
1802-El Urucure, Az, Apunt., I, 214, 49.
9.G. Glaucidium (Boie, Isis, 1826,976) (Cabureí Chico).
Sp. 10. G feroz Bowld. Sharpe, Cat. Br. Mus., II, 200, (1875).
1802-El Cabure., Az., Apunt., I, 225, 49.
1816-Strix feroz, Vieill, N. Diet. H. Nat., V. II, 22.
1825-passeninoides, Temm., pl. col., 344.
II. Passeres Linn.
Tyrannidae.
10.G. Saurophagus (Swains, 1831) (Benteveo)
Sp. 11. S. Sulphuratus, Bonap., Consp., I, 193, 378.
177-.Le Tyran a ventre jaune, (Buff., Pl. ilum. 296)
Y Le Garlu ou le Greai a ventre jaune de Cayenne, (Buff. l.c. 249)
178-Lanius sulphuratus y Corvus flavus, Gml., Syst. Nat.
1805- El Bienteveo o Puitagua, Az., Apunt., II, 157,200.
11.G. Laphyctes (Reich 1850) (Benteveo Real).
Sp. 12. L. melancholicus, Cab., Mus. Hein., II, 76., 250 (1859).
1805-El Suiriri-guazú,Az., Apunt.,II, 152, 198.
1816-Tyrannus melancholicus, Vieill., Enc. Meth., Orn. 851.
12।G. G Machetornis (G. R.Gr., Gen. of Birds, I, 245, pl. 60.f.4. 1841) (Picabuey).
Sp. 13. M. rixosa, Gray, Gen. of Birds, 41 (1841).
1805-El Suiriri, Az. Apunt, II, 148, 197.
1816-Tyrannus, rixosus, Vieill.
13.G Milvulus Sw. (1827).
Sp. 14. M. tyranus, Bonap., A. O., pl. 1. (Tijereta)
177-Le tyran a queve fouchue de Cayenne, Buff., Pl. il. 471,2.
178- Musicapa tyrannus, Gml., S. M.
1805-Tixereta, Az., Apunt., II, 130, 190.
14.G. Hemipenthica, Cab. & H. (1859). (Monjita Blanca)
Sp. 15. H. Irupero, Cab., Mus. Hein., II, 43, 44, 159. (1859)
1805-El Irupero, Az. Apunt., II, 171, 204.
181-Tyrannus irupero, Vieill, Eneyel Meth., Orn., 856.
15.G. Sisopygis, Cab., & H (1859)
Sp. 16. S. icterophys, Cab., Mus. Hein., II, 46, 166. (1859) (Satrapa)
1805-El Suiriri oscuro y amaril, Az., Apunt, II, 118, 183. (Suiriri Amarillo).
1816-Musicapa interophrys, Vieill, Eneyel. Meth., 832.
16.G. Pyrocephalus Gould. (1838). (Hurrinche)
Sp. 17 p. parvirostris Gould, Z. of de Beagle, III, 44, pl. 6 (184).
1805-El Churrinche, Az., Apunt.II, 105, 177.
183-Muscicapa Coronata(mas) & M. strigilata (fem), Pr. Max Z. W. , Beitr, III B., 880 $ 900.
17.G Lichenops Comm. (17) (Pico de Plata)
S.p 18. L. perspicillatus, Bon., Consp.,I, 194, 385,1.
178-Motacilla perspicillata, Gral., S. Nat, I, 2, 969.
1805-El Suiriri chorreada, Az. Apunt. II, 117, 182. (fem) & El pico de Plata, op. C., II, 250, 228, (mas).
18.G Cyanotis (Sw., 1837)
Sp. 19. C. omnicolor, Sw., (1837) (Siete Colores)
1805-El Rey (Tachuris), Az. Apunt., II, 72, 161.
1815-Regulus omnicolor, Vieill., Gal., 166.
(Continuación)
ANTHINE (Sclat., 1862)
19.G. Lessonia (Sw. 1831) (Sobrepuesto)
Sp. 20 L. nigra, Gray, Hartl., Ind. Azarae, 10 (1847); H.
List। Mus., pars 1 era. (1869), p. 347, n. 5234.
1788 Alauda rafa Gml., Syst. Nat., 13 a ed., I, 2, 792, 7.
1805 La espalda roxa (alondras) Az., Apunt., II. 15, 149.
Alauda nigra Boda., Pl. il., 738, 2. (Cachirla Común)
20 G. Anthus (Bechst., 1802)
Sp. 21. A. rufus Bonap., Cons., I, 249, 26 (1850) (Corredera)
1788-A lauda rufa Gml.Syst. nat., 13 aed., I, 2, 798.
1805-La correndera (Alondras)Az. Apunt., II, 2, 145.
ANABATIDAE (Bonap., 1849)
21 G. Geositta (Sw., 1837) (Caminera Común)
Sp. 22 G. cunicularia Bonap. Consp., I, 215, 451, 1 (1850)
1805-La minera (alondras) Az., Apunt., II, 13, 148.
181-Alauda cunicularia Vieill., En. Meth., Orn., 323.
1837-Geositta anthoides Sw., Tivo cent., 323, 129.
22 G. Furnarius (Vieill, 1816) (Hornero)
Sp. 23 F. Rufus Vieill., Gal. Des ois (1825)
1789-Merops rufus Gml., Syst. Nat., 13a ed., 1, 456.
1805-el hornero Az., Apunt., II, p. 221, n. 221.
23 G. Anabates (Cuv., 1829 nec Temm., 1820) cachalote
Sp. 24 A. lophotes Bp., Const., I (1850 )
24 G. Anumbius (Lafr., 1838) (Leñatero)
Sp. 25 A. acuticaudatus Bp., Consp., I, 212, 439, 1 (1850)
1805-El Añumbi Az., Apunt., II., 226, n. 222.
183-Anthus acuticaudatus Less., Traité d’ Orn. 424.
TROGLODYTINAE (G.R.Gr. 1840)
25 G. Troglodytes (Vieill., 1807)
Sp. 26. Tr. Platensis Bp., Consp. 222, 13 (1850)
17-sylvia platensis Lath., Ind. Orn, II, 548, 149.
1805-El Basacaraguay (trogloditos) Az., Apunt., II, 19, 150.
1831-Hylemothrous platenses. Pr. M. zu. Wied.
TURNINAE (Bp., 1831)
26 G. Mimus (Boie. 1826) Calandria
Sp. 27 M calandria Gray, Gen of Birds, I, N. 7.
1805-La calandria Az।, Apunt., II. 231, 223.
27 G. Turdus (Linn., Syst Nat., 1era ed., 1735) (Zorzal Colorado)
Sp. 28. T.Rufiventris Linch. Vers.. Doubl., 38,455 (182)
1802-El oscuro y roxo (Zorzales) Az., Apunt, I, 336, 79.
181-Turdus chochi Vieill., Enc. Meth., Orn., 9.
1850-Hodoiporus rufiventris Reich.
Sp. 29. T. leucomelas Vieill., Enc. Meth., Orn., 644.
1802-El obscuro y blanco (zorzales), Az., Apunt., I, 341, 80.
1850-hodoiporus leucomelas. Reich.
HIRUNDINIDAE (Leach)
28 G. Petrochelidon (Cab., 1850) Golondrina Rabadilla Canela.
Sp. 30. P. americana Cab 1850
1788-Hirundo Americana Gml., Syst. Nat., 13ª ed.
1805-La Robadilla acanelada (Golondrinas) Az., Apunt., II, 511, n. 305.
181- Hirundo pyrrhonota Vieill., Enc. Meth., Orn., 524.
29 G.---? (G. R. Gray., hand list Br. Mus., I, 71, 227)
Tachycineta, , Baird (1865) Golondrina Rabadilla Blanca.
Sp. 31. Hirundo leucorrhoa Vieill., Enc. Meth., Orn., 521.
1805-La Rabadilla blanca (Golondrinas)Az., Apunt., II, 509, n. 304.
30 G. Progne (Boie 1826)
Sp. 32 Pr. domestica Gray. Gen. of B. (1844-49), n. 5.
1805-La domestica (golondrinas) Az., Apunt., II, 502, n 300. (golondrina doméstica)
181-Hirundo doméstica Vieill., Enc. Meth.
Sp. 33 Pr. Fusca.
1805-Le Parda Az., Apunt., II, 505, n 301.
181-Hirundo fusca Vieill., Enc. Meth., Orn., 529.
1856-Cotyle Tapera Burm., Syst. Ueb.,III, 143, 1 & Reise, II (1861) 477, 129.
1865- Phaeoprogne fusca Baird.
2.Caprimulgidae. (Vig., 1825)
31 G. Podager (Wagl.)
Sp. 34. P. nacunda Vieill., Enc.meth., Orn., III, 998,.
1805-El Ñacunda Az., Apunt., II, 544, n. 312. Ñacunda.
PHYTOTOMINAE (Sw., 1837)
32 G। Phytotoma (Molina, Hist. Chile, 1789) Cortarramas.
Sp.35 Ph. Rutila Vieill., Enc. Meth., Orn, III, 903 (181).
1802-El dentudo Az., Apunt., I, 366, n. 91.
TANAGRADAE (Boie, 1826)
33 G. Tanagra (Linn., 1766) Tangará Común
Sp. 36. T. striada Gml., Syst. Nat., 13a ed., I, 2, 899, 44 (178).
1802-El celeste rojo y negro (lindos)Az., Apunt., I, 377, n. 94.
FRINGILLIDAE (Sw., 1831)
34 G. Paroaria (Bp. 1832) Cardenal Común.
Sp. 37. P. cucullata bp., Consp., I, 471, 1 (1850)
17-Loxia cucullata Lath., Ind. Orn., I,378,22.
1802- El roxo(crestudos) Az., Apunt I, 461, 128.
35 G. Gubernatrix (less., 1837) Cardenal Amarillo.
Sp. 38. G. cristatella Bp., Cons., I, 470, 984 (1850)
1802-El amarillo (crestudo)Az., Apunt., I, 464, 129.
1825-Emberiza cristatella Vieill., Gal des ois., pl. 67.
ICTERIDE (Cab., 1847)
40 G. Cassicus (Cuv., 1799-1800) Boyero Negro.
Sp. 44. C. solitarius Vieill., Enc. Meth., Orn., 723.
1802-El negro (Yapus) Az., Apunt., I, 268, 58.
41 G. Agelaius (Vieill, 1816) Barillero Ala Amarilla.
Sp. 45. A. thilius Bonap., Consp., I, 431, 6 (1850)
178- Turdus thilius Mol. Comp. de la h. n. de Chile, 221.
1802-El negro cobijas amarillas. (Tordos) Az., Apunt, I, 301, 67.
1851-Agelasticus Chrysopterus Cab., Mus. Hein, I, 188.
42 G. Leistes (Vig., 1825) (Dragón)
Sp. 46. L. virescens Cab., Mus. Hein., I, 189, 919 (1851).
1802-El Dragon Az., Apunt., I, 296, 65.
1816-Agelaius virescens Vieill., Enc. Meth., Orn. 716.
43 G. Chrysomus (Sw. 1537) (Tordo Amarillo)
Sp. 47. Chr. Flavus G. R. Gr., g of B., II, pl. 86 (184)
178-Oriolus flacus Gml., S. nat., 13a ed.
1802-El cabeza amarilla (tordos) Az।, Apunt., I, 299, 66.
44 G. Trupilialis (Bonap., 1850) (Pecho Colorado)
Sp. 48 Tr. Militares, Burn., Syst. Ueb, III, 261, 2 (1856) & Reise, II, 490, 174 (1861)
17-Sturnus militares Linn., Syst. Nat., I, 291, 6.
1802-El Degollado primero Az., Apunt., I, 304, 68 &.
El degollado segundo Id, id, I, 306, 6.
1851-Pizites militaris Cab., Mus. Hein., I, 191, Nota 3.
45 G. Amblyrhamphus (Leach, 1814) Federal
Sp. 49.A rubber Bonap., Consp., I, 429, 923 (1850)
177-L’ Etourneau a camail rouge Sonnerat.
1789-Oriolus ruber Gml., S. nat., 13a ed., I, 388, 34.
1802-El negro cabeza roxa (tordos) Az., Apunt., I, 316, 73.
46 G. Erythropsar (Cass 1866)
Sp. 50 E. frontales. (Varilleros congo)
1802-el corona de canela (tordos) Az., Apunt, I, 315, 72.
1816-Agelaius frontalis Vieill., Enc. Meth., Orn., 717 & a ruficapillus V., id, id, 712.
47 G. Molothrus (Sw., 1831) S. Molothrus (Cab., 1851, nec Latr 1808)
Sp. 51 Molobrus badus Cab., Mus Hei., I, 193. Nota 4 (1851).
1812-
1816- Agelaius badius Vieill., Enc. Meth., Orn., 711, 4.
1866-Agelatoides badius, Cass.
Sp. 52 Molobrus sericeus Burm., Syst. Ueb., III, 279 (1856) & Reise, II, 494, 183.
1802-El común (tordos) Az., Apunt.,I, 275,61.
1823-Icterus sericeus Licht., Verz. Doubl., 19, 179.
1866-Cyanothrus sericeus Cass.
TROCHILIDAE (Vig., 1825)
49 G. Heliomaster (Bonap.., 1849) (Picaflor de Barbijo)
Sp. 53 H. Angelae Bonap., Consp., I, 70, 157, 1 (1850)
1805-El blanco debaxo Az., Apunt., II, 494, 294 &.
El cola de tixera Az., ibib., II, 498, 299.
1832-Trochilus Angelce Less., Ill. De Zool., pl. 5, 46.
ALCEDINIDAE (Bonap., 1838)
50G. Chloroceryle (Kaup., 1849) (Martín pescador chico.)
Sp. 54 Ch. americana Reich., Handb.,I, 27, 63 (1854)
17-Alcedo Americana Linn., Syst. Nat.
1805-El verde obscuro (martín pescadores) Az., Apunt.,III, 389, 421.
3.Seansores
PICIDAE (Vig., 1825)
51 G. Chrysoptilus (Sw 1831) (Carpintero real común)
Sp. 55 Chr. Melanochlorus Burm., Syst. Ueb., II, 242, 1 (1856)
177-Le grand Pic rayé de Cayenne Buff., XIII, 44, pl. 719.
178-Picus melanochloros Gml., S. nat., 13ª ed., I, 1, 427.
1805-El verdinegro (Carpinteros) Az., Apunt.,II, 306, 252.
Sp. 56 Chr. Campestris. (Carpintero campestre)
1805 el campestre (carpinteros) Az., Apunt., II, 311, 253.
18-Picus campestris Vieill.
52 G. Leuconerpes (Sw. 1837)
Sp. 57 L. dominicanus G.R. Gr. (V.H-l. Br. Mus.
1805-El Blanco y negro Az., Apunt.,II, 315, 214.
18- Picus dominicanus Vieill.
CROTOPHAGINAE (Sw., 1837) (Pirincho)
53 G. Ptiloleptis (Sw. 1837)
Sp. 58 Pt. Eristatus Swains.
177-Le Guiracantara buff., XIII, 71.
178- Cuculus guira Gml., S. nat., 13ª ed.
1805-El Piririgüa Az., Apunt.,II, 340, 262.
PSITTACIDAE (Leach)
54 G. Conorus (Kulh, 1820) (Loro barranquero)
Sp. 59 C. Patagonus Gould, Zool. Beagle, II, 113 (1841)
178-Psitacus eyanolyseos Mol., Comp. H. n. Chile.
1805-El Patagon (Maracanás) Az., Apunt., II, 420, 277.
18-Psittacus patagones Vieill. Enc. Meth. Orn., III, 1400.
Sp. 60 C. murinus Burn., Syst. Ueb., II, 171, 10 (1856)
178- Psittacus murinus Gml.
1805-La Viuditta Az., Apunt.,II, 431, 282.
4-Columbre (Lath., 1790) (Paloma ala manchada)
55 G. Patagiaenas (Reich, 1853)
Sp। 61 P. maculosa Burm., Syst. Ueb., II, 294, 6 (1856)
1805-La Picazuró Az., Apunt., III, 4, 317 & La cobijas manchadas Az., l.c., 10, 318.
18-Columba maculosa Temm., Pig. Et Gall., I, 113.
1854-Crossophtalmus Reichenbachii Bonp., Compt. Rend., XXXIX, 1110.
53 G. Zenaida (Bonap., 1838) (Torcaza)
Sp. 62 Z. maculate Bonap., Comptes rend., XL. 97 & Consp., II, 82, 4.
1805- La parda manchada (palomas) Az., Apunt., III, 17, 322.
181-Columba maculata Vieill., Enc., meth., Orn., 376.
57 G. Leptotila (Sw., 1837)
Sp. 63 L. rufaxilla Reich., Handb., II, 25, 56.
1805-La tapadas roxas (Palomas) Az., Apunt., III, 12, 320.
1827-“Columba rufaxilla Rich.” Wagl., Syst. av., I, 69,
58 G Columbula (Bonap., 1854)
Sp. 64. C. picui (palomas)
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